Tengo cinco líneas.
Tengo cuatro espacios.
Tengo mucha música
escrita en mi palacio.
En una larga abertura
tengo yo mi dentadura,
y cuando empiezo a hablar
todos mis dientes se mueven sin parar.
Buenas y sonoras cuerdas tengo,
cuando me rascan a la gente entretengo.
Me encantan los colores,
y sueno como las flores
cuando das con los palillos
en mis botoncillos.